—Prefiero las ratas. Son astutas, saben esconderse y son las primeras en largarse del barco. ¿Los tigres? Naaada, gatos grandes. Parecen independientes, pero tuve uno, ¿sabes? y aunque lo patearas, si tenía hambre terminaba acercándose. Y lo peor, los perros. Tan fieles, tan gilipollas. Los mueles a palos y vuelven. Por eso yo soy rata y tú, perro—. Observo callada cómo hojeas la revista. Como siempre, estoy a tu lado, con la mirada agachada. Esperando el momento preciso para hacerte saber de una puta vez que yo nací el año de la serpiente.