Tengo pensado hacer varios peces de colores con los trozos rotos de mi corazón. Ya sabes que siempre se me dieron bien las manualidades. ¿Recuerdas los collares de conchas que te regalaba?
Uno lo soltaré en el río donde jugaba de niña. Otro, en la playa donde nos encontramos. Otros dos los dejaré en la piscina municipal, uno por cada hijo que no tuvimos. Me guardaré uno azul en una pecera hasta que crezca. Cuando esté listo me lo pondré en el hueco que dejaste en mi pecho, y por fin, volveré a mi hogar: al profundo mar de donde nunca debí salir.