Todo listo. La mesa engalanada con la vajilla buena. Suegros, cuñados, marido y niñas preparados. He conseguido que esperen sentados mientras yo ultimo los detalles en la cocina. No paran de llamarme, están intrigados. Quietos, les digo, es una sorpresa. Por fin, suena el móvil. Con sigilo, saco el champan de la nevera y la maleta del escobero. Momentos después subo al taxi rumbo al aeropuerto.
No creo que me echen mucho de menos. Por si acaso, he dejado el folleto del Telepizza en la encimera. Si se portan bien, igual vuelvo a casa el año que viene. Por Navidad.
Colaboración para El bic naranja.
Relato participante en el I CONCURSO INFORMAL DE MICROCUENTOS GRINCH
Cuentos contigo 