
De pequeña leí un cuento que recuerdo así. Trataba de dos hermanas que caían a un pozo muy profundo. Desesperadas, pensando que no había salida se pusieron a llorar. Pero de repente se dieron cuenta de que había un pequeño túnel por el que escapar. Pasaban por numerosas estancias y completaban pruebas. Finalmente conseguían encontrar la salida y subían a la superficie. Habían corrido grandes aventuras pero lo más importante es que habían aprendido muchas cosas.
Pienso que a veces hay que descender mucho para encontrar el camino de vuelta a casa. Y que cuanto más se desciende más fácil es seguir la senda de regreso.
Me encantaba este cuento.