
«Nature’s Reflection», Icy and sot
Ignacio Martínez Corral era un niño caprichoso. Lo mismo se le antojaba una piruleta que, según la agarraba, decidía que se moría por un helado. Con el tiempo y la edad, los caprichos fueron aumentando. Cambió tres veces de vocación: de estudiar Medicina, pasó a Informática y de eso a Filología Portuguesa en Lisboa. Fue allí donde, entre fados trasnochados, conoció a una mujer que le hizo olvidar de repente al tercer amor de su vida. Más adelante, a orillas del Tajo, la segunda lisboeta de la que se enamoró le habló de la magia de aquel río que transportaba deseos hacia el océano. Miró su aguas oscuras y se vio reflejado: un ir y venir constante, una búsqueda sin fin de un no sé qué que le faltaba. Y entonces quiso ser agua: corriente libre y marina. De pie, haciendo equilibrios en el borde del puente del 25 de abril, cerró los ojos y lo deseó con tanta fuerza que al final lo consiguió. Ahora se pasa el día llorando por convertirse en nube.
Contribución para «Los viernes creativos» https://elbicnaranja.wordpress.com/2017/06/30/viernes-creativo-escribe-una-historia-193/